
Muchas personas piensan, todavía hoy, que el hombre siempre está preparado para comenzar una relación sexual. Él siempre está listo con su lema: “aquí te pillo y aquí te mato” y esta idea preconcebida solo ha hecho que este pensamiento se extienda por toda la sociedad.
El hombre, que siempre tiene que estar preparado, asume ese papel. Se le inculca en su subconsciente que siempre tiene que responder a los deseos sexuales que se le propongan y siempre tiene que permanecer alerta y activo.