
Yo pensaba que ciertas teorías ya estaban superadas. Pensaba que la ciencia de la sexología, siempre en rápido cambio, aportaba suficiente riqueza, como para reciclarte constantemente. Hay material suficiente como para no dormirse en los laureles y sobre todo, tenerlo muy en cuenta si te dedicas a la atención directa de personas.
El otro día, en mi entrevista con Freud, pude comprender como las teorías famosas, arcaicas e importantes en su día, todavía hoy siguen vigentes, en algunos sectores de la atención sexológica.