El clítoris un órgano, pequeño, casi escondido, cuya única función es la de brindar placer a la mujer si se es estimulado y a pesar de esa poderosa misión, no ha despertado interés para su estudio. No tiene una función reproductora, como el pene masculino, así que, conocer el placer femenino nunca ha sido objeto de disertación. Debían pensar, los estudiosos, que tampoco era tan interesante: Un órgano solo para producir placer a las mujeres: A quién le podría interesar!
Por otro lado, informar de las diferentes posibilidades de las mujeres y el acceso al su cuerpo y a su libertad, no era muy tentador para los hombres. ¿Es necesario que las mujeres conozcan tanto sobre su placer? Y así, ha sido. Una estructura abandonada por la ciencia y perseguida por las religiones fanáticas.
La mayoría de las personas conocen donde se encuentra el clítoris y muchas mujeres, y también hombres, saben cómo estimularlo para conseguir el placer del orgasmo.
Casi todo el mundo sabe que el clítoris es ese pequeño “guisante” que se encuentra en la bifurcación de los labios menores y que se hace un poco más grande con la estimulación. Una estimulación adecuada, dejarse llevar y abandonarse, hacen que se llega al orgasmo de una forma muy fácil.
Lo que no todo el mundo conoce es que el clítoris es un órgano aún más complejo. No solo es una “cabecilla” que se asoma entre los labios menores, sino que además, es una estructura que se desarrolla de manera interna y que es mucho más compleja de lo que nos hubiéramos pensado.
El clítoris visible es como la punta del iceberg y el resto del clítoris, que no es visible, ocupa una superficie interna mucho mayor, de entre 8 a 10 centímetros compuesta por varios elementos, únicamente desarrollados para el placer.
La parte externa del clítoris es lo que conocemos como el glande, similar al glande del pene. El clítoris interno se compone de unas estructuras que son análogas, también, al pene masculino, ya que su desarrollo embrionario es igual, lo que el pene sale hacia fuera y el clítoris permanece interno. Está compuesto por bulbos de clítoris y cuerpos cavernosos del clítoris que hacen una función similar a los cuerpos cavernosos del pene, llenándose de sangre cuando la excitación avanza.
Por eso, la disertación perpetua de los dos tipos de orgasmos femeninos, no tiene a lugar con estas nuevas averiguaciones. Freud, lo siento, una vez más, estabas equivocado con el placer de la mujer, y déjame decirte, con tantas otras cosas.
El interior de la vagina es sensible y puede producir orgasmos en algunas mujeres, no por la vagina en sí, si no porque en realidad lo que se está estimulando son estas estructuras internas, que son el clítoris, imperceptibles a la vista. Así pues, el punto G, zona de alta sensibilidad que se encuentra en el interior de la vagina, no es más que el clítoris en su versión interior.
La investigación sexológica, aunque tardía en la sexualidad femenina, recientemente nos ha aportados estos datos, extraídos de diferentes estudios, en los que se pone de manifiesto que el clítoris es un órgano complejo y diseñado para el placer. Atrás quedan esas teorías arcaicas que ponían en duda la capacidad orgásmica de la mujer y la hacían sentir inferior si sus orgasmos eran producidos por la estimulación del clítoris.
Muchas mujeres, y me consta que todavía ahora, piensan que la vagina y la penetración del pene, son el ideal de cualquier relación aceptable en sexualidad. Y puede ser el ideal para algunas personas, pero no para todas. El orgasmo se produce mediante la estimulación del clítoris, ya sea interno y externo, y cada mujer ha de conocer su cuerpo y saber de qué manera encontrar el orgasmo de una manera más eficaz.
Por eso, sobre todo si eres mujer, es necesario que conozcas que dentro de ti tienes una mina de placer, grande, rica y extensa. Disfruta de ella.
Procurarnos placer es una elección, conocer la anatomía, es necesario para poder elegir.
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