Quien más y quién menos en el plano de la sexualidad y la afectividad tiene un cabo suelto, un fleco deshilachado o una puntada sin rematar.
No todas las personas lo sabemos todo en cuanto a la sexualidad, la erótica y la amatoria. Hemos tenido que hacer una aplicación práctica con la escasa teoría recibida, a base de ensayo-error, experiencias múltiples y vivencias de todo tipo para ir haciendo una composición de vida y saber a partir de la cual, nos vamos manejando.
Las personas con diversidad intelectual, en muchas ocasiones no corren con la misma suerte. Me refiero, a que a pesar de sus dificultades extras en la comunicación, en el pensamiento o en el razonamiento, no tienen la ventaja de ir cargados con una mochila de experiencias, porque sus experiencias, siempre, son menores.
En ocasiones, no tienen la oportunidad de haber vivido, como cualquier otra persona, ya que han estado bajo el resguardo de padres y madres que pensando en su bienestar, les han extra protegido de experiencias vitales.
En el campo de la sexualidad ocurre lo mismo. El manto de protección de los padres, ocupa tanto espacio, que no les deja, en ocasiones, poder interactuar con sus iguales o con otras personas, por miedo a lo que le pueda pasar. No tienen amigxs, no se relacionan, no tienen experiencias.
Los padres y madres, tienen miedo a que sus experiencias puedan ser traumáticas, que les hagan daño o que sufran. Es lógica y normal esta protección. En cambio, esto solo les convierte en analfabetos de experiencias, sin nada en la mochila, sin vivencias o experiencias de las cuales poder aprender.
Si nos basamos en las dificultades de las personas con diversidad funcional, por supuesto el camino hacia adelante, hacia el desarrollo y la evolución será mucho más costoso. Sin embargo, si nos basamos en las capacidades de las que ellos ya disponen y vamos ampliando, es muy probable que el camino para el desarrollo personal sea mucho más fácil, cómodo y gratificante.
Expliquémosles lo que puedan entender, hablémosles de lo que nos pregunten, constémosles lo necesario para que la sexualidad no sea un mundo tabú, lleno de miedo y prejuicio. Adelantemos el camino, poco a poco. Ellxs lo agradecerán. Ellxs lo entenderán.
Es vital para las personas con diversidad intelectual que se les eduque en sexualidad, sabiendo que con ello aprenden no solo a conocerse, a quererse y a encontrar el bienestar en erótica, sino que además desarrollarán habilidades para para la relación con las otras personas y evitar, además posibles abusos de los que pueden ser objeto.
Negarles su mochila de experiencias, es negarles gran parte de su vida.
Sersexual realiza programas de educación sexual y afectiva para colectivos de personas con diversidad funcional.
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