Estamos siendo testigos de cómo España suspende en casi todas las asignaturas. Estamos a la cola de Europa en cuanto a los niveles académicos, al nivel de empleo, en sanidad, en derechos sexuales y reproductivos, en beneficios o prestaciones sociales y en definitiva, vivimos un retroceso social y económico que más bien parece que estemos en la España de los años ochenta.