
La anatomía femenina ha pasado a un segundo plano en la mayoría de las investigaciones médicas, minusvalorando todo lo relacionado con el placer. No ha tenido ninguna importancia para los investigadores, la mayoría de ellos, hombres.
Una vez reconocido el papel reproductivo de la mujer, poco quedaba ya que añadir. El placer femenino: “A quién le importa!”