Yo pensaba que ciertas teorías ya estaban superadas. Pensaba que la ciencia de la sexología, siempre en rápido cambio, aportaba suficiente riqueza, como para reciclarte constantemente. Hay material suficiente como para no dormirse en los laureles y sobre todo, tenerlo muy en cuenta si te dedicas a la atención directa de personas.

El otro día, en mi entrevista con Freud, pude comprender como las teorías famosas, arcaicas e importantes en su día, todavía hoy siguen vigentes, en algunos sectores de la atención sexológica.

Comprendí que, aunque yo tengo asumido que lo importante, en cualquier consulta relacionada con la sexualidad,  es la solución del problema, existen otros marcos de referencia, partidarios, única y exclusivamente en recrearse con el origen de los síntomas.

Pensar que siempre hay algo oculto, inconsciente, misterioso y negro detrás de cada uno de los problemas sexuales, es decir mucho. No tiene por qué. Posiblemente, ha habido un mal aprendizaje, o falta de aprendizaje, nula educación sexual o falta de ella y represión, mucha represión sexual. Eso sí que es lo que normalmente está detrás de casi todos los problemas que encontramos en la consulta.

¿Qué puede subyacer un trastorno psicológico?, es posible: culpa, miedo, complejo, vergüenza, angustia, etc, son los más comunes. Pero de ahí a pensar que un vaginismo en realidad oculta un deseo inconsciente de no ser penetrada, para no dividirse y permanecer siempre completa,  es mucho pensar. Me gustaría a mí saber cómo resuelve este entuerto!

¿No será mucho más fácil, rápido y eficaz enseñarle a la chica diferentes técnicas en las que conozca su cuerpo y que mediante aproximaciones sucesivas, con la introducción de diferentes dilatadores especiales para estos casos, vaya cogiendo confianza y disminuyendo su ansiedad? ¿Qué tal si le enseñamos también técnicas de autoconocimiento erótico, ducha sensual, focalización sensorial y además le ofrecemos la oportunidad de vencer este miedo, sin estigmas, sin patologizar,  para así, acercarnos mucho más al objetivo que queremos conseguir?, ¿Y si además, a esta chica, le tratamos con cercanía, con un lenguaje claro, evitando poner una etiqueta de enferma o rara y le transmitimos que la sexualidad es una vivencia muy rica para todxs?

¿Quizá es demasiado moderno, alocado o diferente para algunas mentes? No lo creo, simplemente se trata de  intentar ayudar a la persona que acude a la consulta a que dé con la solución adecuada a su problema. En realidad, es fácil.

Por otro lado, el cuestionar, todavía que el orgasmo vaginal es mucho mejor que el producido por el clítoris, la verdad es que me deja estupefacta. El problema presentado en este caso, era una chica que quería obtener un orgasmo solo con la penetración. Era una chica que obtenía con facilidad múltiples orgasmos con la estimulación del clítoris. Y yo me pregunto, ¿Dónde está el problema? Pues que disfrute con sus orgasmos, sean como sean. Y si aún así, quiere tenerlo mediante la penetración, pues que se estimule el clítoris, si es así como a ella le va bien. Pero claro, si este caso, nos lo encontramos en consulta, lo etiquetamos de problema, le buscamos un síntoma unido a  no sé qué del inconsciente y le instigamos a pensar que su orgasmo mediante la estimulación del clítoris no tiene valor, ya tenemos una paciente para muchos,  muchos meses o años.

No concibo unx profesional de cualquier disciplina que no disfrute con reciclarse, con aprender o con ser mejor cada día. Aferrarse a recuerdos oxidados, de cuando la sexología era simplemente una semilla, ahora ya no sirve.

Desde que se plantó esa semilla, hay mucho campo arado, trabajado, investigado y estudiado. Así que, por favor,  comprenda que existen otras maneras de intervenir, que posiblemente sean más novedosas, más prácticas y eficaces.

Si no quieres perder tu tiempo con sesiones interminables. Si quieres ir a la solución concreta del problema o dificultad que se te presenta, la respuesta está en:  www.sersexual.com

 

consulta@sersexual.com

 

 

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