LOS CELOS COMO AFRODISÍACO

Mucha gente piensa, que una cierta cantidad de celos, es necesaria para que la pareja vaya bien. Como si esa pequeña cantidad de celos, actuaran como afrodisíaco para la relación amorosa y sobre todo para el deseo. Y puede ser que sea en cierta manera, verdad.

En el momento en el que ves a tu pareja fuera de tu alcance, se dispara el deseo y las ganas de poseerla: “la quiero más, la deseo más, es mía”.

En el momento en el que ves a tu pareja coqueteando con otras personas, tu necesidad de estar unida a ella aumenta como la espuma, porque la sola idea de que puedas perderla acrecienta tus ganas de estar con ella: “es mía y tiene que ser solo mía”.

La posesión y el amor unidos por una línea muy fina y muy apretada. Tanto, que puede ahogar.

Por eso es difícil saber cuál es la cantidad adecuada de celos “afrodisiacos” para que la pareja funcione y es difícil advertir, si estás acostumbrada a ellos, si son un afrodisiaco o por el contrario, están impidiendo, realmente, que la relación de pareja fluya de manera sana.

Los celos son naturales, son una emoción más del ser humano. Pero, también es una capacidad del ser humano saber racionalizarlos y pensar si conducen a una solución concreta, o por el contrario, son un problema en cuanto se plantean.

Los celos dicen mucho de la persona. Dicen que su estilo de vinculación es ansioso, que no está segura en la relación y que necesita más evidencias. Muchas, tantas, como su ansiedad.

Una persona celosa, puede reconocer la irracionalidad de los pensamientos y de cómo funciona el juego celotípico, identificar en qué momentos se activan estos celos, racionalizar qué pasa exactamente y los diferentes errores de interpretación de las situaciones.

La comunicación y el dialogo son fundamentales, así como el respeto por el otro y la confianza.

También se puede trabajar para mejorar la autoestima, aumentar la tolerancia a la frustración, cambiar creencias sobre el amor, la pareja, la exclusividad, la infidelidad… La pareja se ha de reconstruir sobre otros cimientos diferentes, de libertad y sobre un nuevo modelo de compromiso y exclusividad, hablado pactado entre los dos.

Los celos no generan una relación sana, ya que exigen demasiado al otro.

Los celos en una pareja no son una muestra de amor, sino una muestra de falta de libertad.

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