Si un jarrón está roto, ¿merece la pena arreglarlo?

Pues depende de cómo sea el jarrón, quien te lo haya regalado o el cariño que le tengas.
Pero, lo realmente importante es saber si ese jarrón después de ser arreglado cumplirá la funcionalidad para a que fue diseñado: poder llevar unas cuantas flores y un poco de agua.

Puede ser que una vez arreglado, se filtre el agua y salga toda de una manera lenta y sutil, puede ser que pasado un tiempo se resquebraje de nuevo, en definitiva, puede ser que no vuelva a servir.

Por el contrario, puede ser que el pegamento fije de manera exitosa y nunca más nos acordemos que había estado roto. A veces, se necesita llegar a estar roto para valorar la pérdida.

Esto es lo que puede suceder a algunas parejas cuando acuden a consulta. Las roturas son tan importantes que se plantean si será conveniente arreglar su relación o por el contrario, hará “agua” en cuanto uno se despiste lo más mínimo.

Y uno tiene mucho cariño al jarrón, es muy bonito, ya desde hace tanto tiempo, forma parte de la vida misma, pero, ¿merece la pena conservarlo roto?

Las parejas cuando acuden a la consulta, muchas veces son jarrones rotos en mil pedazos. Pretenden unir las piezas de nuevo, saben que sus respectivos jarrones son valiosos, no se quieren desprender de ellos, pero también saben que el pegamento que se tendrá que usar ha de ser muy fuerte para que la cosa marche bien.
El dolor que han sufrido normalmente es mucho. El tiempo no ha hecho más que dificultar las cosas. La desconfianza ahora es rencor, el recelo ahora es miedo y el deseo, normalmente, ya no existe. Aun así, quieren poner alguna solución en marcha, alguna otra que no hubieran tenido en cuenta anteriormente, pero saben que es la última oportunidad.

Es realmente complicado unir pieza por pieza, esperanza con esperanza y alma con alma, porque la distancia y la incomunicación ya han hecho mella en los dos.

A pesar de ser difícil, no es imposible y aseguro, que los dos miembros de la pareja tienen los suficientes recursos para hacer que el jarrón se adhiera de nuevo. El cambio ha de ser radical. No basta con comportarse de la misma manera y pretender que se den los cambios por sí solos. Así que, el cambio, por ambas partes es necesario.

Cada uno puede percibir el origen de los problemas en diferentes lugares, pero lo imprescindible es que llegados a este punto, ambos pretendan dar un paso al frente.

El pegamento no se consigue si no es a fuerza de actitud, positividad y cambio.

consulta@sersexual.com

4 Comments

Leave a Reply to Gema Cancel Reply