El deseo puede surgir espontáneo como una seta, principalmente en los primeros momentos en los que la relación se está fraguando. El “aquí te pillo aquí te mato” está muy bien, sobre todo porque lo hemos visto miles de veces en cualquier tipo de película. Esa evidencia, clara, nos indica que ha de ser siempre así. Que toda relación sexual se desencadena como una fuerza sobre natural que solo se puede solucionar poniendo esos cuerpos a disposición del placer.

Si la pareja funciona con esa premisa, todo marchará perfectamente, hasta que el deseo disminuya. Si,  señores y señoras, el deseo se hace pequeño dejando paso a la rutina, el cansancio, la falta de novedad y el aburrimiento.

Entonces, la pareja ha de valorar: ¿esta relación ha llegado a su fin o simplemente, es el comienzo de la etapa siguiente?

Muchas parejas se destruyen porque pasados a la etapa siguiente, no pueden comprender cómo esa llama intensa, ya no brilla, ya ni quema y cómo esas ganas impulsivas de yacer con la pareja en cualquier sitio, han desaparecido. Muchas de ellas piensan, que eso es el fin y no se dan una opción para poder continuar, ya que la vida en pareja no motiva para seguir adelante.

Muchas parejas piensan que si no hay sexo espontáneo, del bueno, del de las películas, ya no es lo mismo. Otras,  por el contrario, dan una oportunidad al amor y pasan a la fase siguiente.

Una vez llegados a esta fase, cada pareja tiene que poner en marcha diferentes estrategias que hagan que deseo, aunque disminuido, no desaparezca del todo. Y ese deseo crece y aumenta, por supuesto,  a base de alimentarlo.

Es normal que una pareja consolidada se vea influida por la rutina y el aburrimiento, pero como contrapartida, el ars amandi elaborado entre los dos, se encuentra en una posición de lujo frente a cuando empezaron a disfrutar de su amor por primera vez.

Así que, sabiendo que las parejas pasan por diferentes etapas, que el camino no es siempre recto y que nos encontraremos alguna que otra piedra en él, se ha de facilitar a los amantes, diferentes estrategias para que comprendan que su amor puede ser más fuerte que la rutina, pero que la rutina se nutre del aburrimiento.

Son muchas las parejas que acuden a consulta con la demanda explícita de mejorar el deseo sexual, tanto el masculino como el femenino. Les proponemos entonces, diferentes estrategias para no perder la pasión, incorporando nuevas maneras de amar, pautas que rompen la rutina y técnicas para desarrollar la fantasía.

Es fundamental el desarrollo de la fantasía y la imaginación, aprender a hacer un clic mental en el cual se enlacen con pensamientos eróticos, vividos o imaginados, desarrollar historias, leer libros o ver películas. Todo por conseguir una mente en clave erótica.

Planificar los encuentros, también es adecuado. Imaginarse en ellos, anticipándose al momento estimula la imaginación y el deseo. Cambiamos la impulsividad por el desarrollo de la fantasía y aceptamos la variabilidad de las parejas, entonces nos encontramos con una pareja nueva que acepta su evolución  y que sabe adaptarse a cualquier circunstancia.

 

Si quieres más:

consulta@sersexual.com

 

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