Pareja: Un sofá de mundos paralelos

Vuelta al cole y vuelta a la rutina. La mayoría de los padres y madres han vuelto a la vida cotidiana en estos días: empieza el cole, las actividades extraescolares, como la música, el inglés, etc., los deportes, como el fútbol o la danza, y junto a ello los mensajes de: “hay que llevar al niñx”, “hay que recogerle”,  “hay que hacer los deberes”, “hay que dar duchas”, “hay que hacer la cena”, “hay que hacer la comida para mañana” y sobre todo los pensamientos que se repiten de: “ya no puedo más”, “estoy muy cansadx” , “no tengo tiempo para mi mismx y mucho menos tengo tiempo para compartir con él/ella”. Todos esos mensajes, acaban por convertir en extraños a una pareja.

Muchas veces, la pareja se embarca en una campaña tan grande del cuidado-acompañamiento-supervisión de los hijxs que le quedan pocas energías para poder estar verdaderamente en pareja.

Cuando llegan a casa, el sofá recoge a los dos miembros de la pareja, los transporta a mundos paralelos, y aunque estén juntos, parecen que están a kilómetros de distancia. Ni se hablan, ni se relacionan. Puede ser que ya hayan discutido. Ya no queda fuerza para nada más.

La pareja, cuando se desata de hijos, se encuentra ya falta de energías y empezar un acercamiento amoroso, parece como mucho más lejano que subir el Everest.

Esto puede crear cierta distancia, ya que la pareja crea otras vinculaciones diferentes a las que creó en un principio, y estas vinculaciones potentes se van apoderando de todo el terreno. El cuidado de los hijxs es fundamental y necesario, pero aunque pensemos que la energía no da para más, la pareja debe de tender a tomarse su tiempo si no quiere sufrir de incomunicación o de desamor.

La vida sexual y amorosa en pareja es fundamental y hay que buscar un hueco para que la rutina no se apodere de todos los espacios que pertenece a la vida de los dos.

Cuando una pareja acude a consulta, las cuestiones están casi siempre relacionadas con los problemas derivados de la distancia y la falta de comunicación. La pareja se convierte en un compañerx de habitación, con el que se duerme y poco más. Poca actividad existe de puertas para adentro.

Recomendamos a todas las parejas que acuden a la consulta que recuperen su vida en pareja, es muy importante no perderla, a pesar de que la vida sea como una vorágine, siempre hay que buscar una opción para vivir la relación: salir al cine o a un restaurante, un paseo o simplemente quedarse en casa con una buena cena. Fuera televisión, fuera móviles y otras preocupaciones. Unos momentos en los que la pareja esté en conexión: “yo estoy por ti y tú estás por mi”. Se recupera la comunicación y el objetivo es el poder disfrutar como antes lo hacían, sin olvidar que la pareja ahora es mucho más de lo que era antes cuando se conoció. Y esta esencia no debe perderse.

Es difícil romper la rutina y el sofá,  absorbe cuando unx puede al fin ponerse a descansar. Fijar al menos un día, puede ser una buena prescripción para la salud de la pareja. La rutina tiende a repetir siempre las mismas cosas. Incorporar algo más  puede que sea difícil pero la recompensa puede ser mayor.

One Comment

Leave a Reply