MASCULINIDADES TÓXICAS

Por que ser hombre está muy bien.

Las feministas no odiamos a los hombres.

Lo que odiamos es la forma más radical de ser hombre, aquél sin emociones, ni sentimientos, que no es afectivo ni familiar ni colaborador.

El que manda, el que ordena y el que no escucha.

El que no se compromete, el que es superficial en las relaciones y el que no se entrega.

El que en la esfera de lo sexual le importa más la cantidad que la calidad, el que piensa en él sobre todas las cosas y en su pene como eje central del universo.

Preferimos al hombre “blandengue”, el que empuja el carrito y el que va a la compra.

Sí Fary, sí. Porque ser un macho alfa es muy duro, incluso para ti.

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