LA SEXUALIDAD NO MUERE CON LA ENFERMEDAD

La experiencia del sentir es algo único, irrepetible y necesario. Esa experiencia que nos convierte en receptores de amor y afecto o de simple cuidado y cariño.

Cuerpos que sienten, que vibran, que reaccionan a sensaciones físicas, de un roce, de una presión o de un pellizco.

Sensaciones que nos conectan con lo que queremos  y perseguimos repetir. Otras, que nos evocan directamente a algo de lo que no queremos formar parte.

El cuerpo siente, es sensual y erótico. Pero todo él, no solo una parte, aunque solemos olvidar muchas de ellas cuando nos procurarnos placer.

Centramos nuestra atención en los genitales, en el sexo. El sexo que se es. Ese sexo que nos identifica como hombres o como mujeres. Y sobre él, planeamos todas nuestras conductas eróticas. Una masturbación, una felación o cunnilingus y para culminar, una penetración, en la cual, los dos sexos, el hombre y la mujer (en este caso), se unen formando la unidad completa.

Ese es el poder que le hemos otorgado a los genitales, receptores diligentes del placer, los cuales han quitado todo el protagonismo al resto del cuerpo, que también es erótico, sensible y sensual.

Hemos aprendido que los sexos tienen toda la fuerza y el poder. Y en la procreación, es así, su misión no es equiparable a otras zonas. En cambio, para el sentir, el gozar  y para erotizar le mente, el cuerpo tiene mucho poder, muchas veces inexplorado.

Desgenitalizar, es una labor clave para cualquier sexólogo o sexóloga, pero el SEXO está tan arraigado, en lo más profundo de nuestra cultura, que es difícil. Muchas personas, se abren ante esta nueva realidad, con los brazos abiertos y los ojos cerrados, para sentir y experimentar, sensaciones que quizá no habían sentido. Otras personas, en cambio, se cierran y no pueden superar el poder del pene.

Es más evidente cuando por razones de enfermedad, los genitales no experimentan el mismo tipo de sensaciones; quizá el pene no se erecta de la misma manera que lo hacía antes, quizá el clítoris se ha vuelto más insensible y la sequedad de la vagina hacen que las relaciones sexuales no sean para nada placenteras. Entonces, es cuando el cuerpo puede y debe tomar todo el protagonismo. Saber que la erótica se crea y se experiencia con cada parte de cada cuerpo y con cada minúsculo lugar de la anatomía.

SERSEXUAL, trabaja para recuperar la vida sexual placentera y satisfactoria en aquellas personas que por razones de enfermedad, han perdido gran parte de su poder sexual. Les enseñamos a redescubrir una nueva erótica, sensual y placentera. Desterramos mitos, fuertes y fijos que no hacen más que ser una pesada carga después del dolor, además, abrimos el prisma,  para comprobar que hay sexualidad, placer y satisfacción.

Momentos de placer en una vida de enfermedad SON CALIDAD DE VIDA.

SERSEXUAL colabora con ASPACE, parálisis cerebral y ABDEM, esclerosis múltiple.

Si quieres más:

consulta@sersexual.com

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