EL AMOR NOS MANTENDRÁ SIEMPRE JUNTOS, PERO Y EL SEXO?

El amor nos mantendrá juntos es una frase que las personas tienden a creer a pies juntillas. El amor todo lo puede o el amor es lo más importante son otras frases, que inconscientemente se coleccionan para justificar casi cualquier cosa por amor.
El amor en la pareja es importante para que ambos permanezcan juntos, pero no es el único pilar que aguantará la relación. En una pareja son necesarios muchos otros pilares.
La vivencia de una sexualidad plena es uno de ellos, por supuesto no es el pilar más importante, pero si uno de los que puede hacer que la estructura aguante más tiempo en pie. Esto no ocurre así en todas las parejas, ya que depende en gran medida del significado que le de cada miembro a la sexualidad y a su vivencia de ella. Para la mayoría de la gente, la sexualidad plena y satisfactoria aporta bienestar, autoestima, vinculación afectiva y bienestar personal, pero para otras personas simplemente, no aporta gran cosa.
Existen parejas en la que la vivencia de la sexualidad no es para nada similar a satisfacción personal, sino más bien un campo de juego en el cual importa ganar y solo ganar. Si no hay intención de ganar, no importa ni salir al terreno de juego. Es ese tipo de relaciones exigentes en las que el simple hecho de empezar un encuentro erótico con la pareja, presuponen un esfuerzo brutal en comparación con la recompensa que se va a encontrar. Muchas de estas parejas no se atreven ni siquiera a comenzar.
Muchas tienen un concepto equivocado de lo que es el DESEO, ya que piensan que el deseo es infinito y no es trabajable, además piensan que tiene una virtud especial, que es que se desarrolla sin intencionalidad, es decir, regido más por los impulsos animales que cada uno podemos tener.
Cuando el deseo no cumple estas características de impulsividad, novedad y pasión, para muchas parejas el deseo acaba, viéndose incapaces de poder recuperarlo. Es fundamental trabajar con ellos el hecho de que el deseo pasa por etapas, quizá cambia de intensidad en los diferentes años, pero lo más importante es saber que es deseo se aprende: “El deseo comienza deseando”.
En terapia, se les enseña a los dos miembros de la pareja que el deseo además reaprenderse, se inventa, se sueña o incluso se pinta. Todo vale, si el objetivo es volver a tener ganas.
La otra cuestión será definir, tener ganas, ¿de qué?
Si lo que no tenemos ganas de es entrar en el terreno de juego y tener siempre que ganar, posiblemente, no nos apetezca tanto. Si por el contrario, entramos en el terreno de juego para jugar y divertirnos, sin intención más que de ser un participante feliz, quizá estemos más cerca de tener ganas de hacerlo.
Muchos problemas de deseo son finalmente problemas en los que se confrontan el hecho de lo que se “puede” ofrecer y lo que se “debe” ofrecer y ante un posible fracaso, uno tira la toalla.
El amor puede muchas cosas, como el hecho de luchar por el deseo, que es algo que se puede si se quiere. Si se quiere, no solo AMAR.

consulta@sersexual.com

 

 

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